El Lolita no es una religión. Para las marcas que venden Lolita (y también para
los escritores, editores, modelos, fotógrafos, etc.), es importante promocionar
el estilo para ganar más clientes, pero a las demás no nos afecta mucho si
otras personas son Lolitas o no. Teníamos amigos, familia y parejas antes del
Lolita y los seguiremos teniendo si el Lolita desaparece. Además de tener con
quién prestarse accesorios o hacer Group Orders, no es que necesitemos más
Lolitas. Aun así, muchas Lolitas quieren hablar de la moda con otras personas y
hacen panfletos, conferencias, charlas, y todo tipo de campañas. ¿Parece que
quisieran “captar” feligreses?
La
razón por la que las Lolitas difunden información sobre el estilo no es tanto
porque deseen que hayan más Lolitas como porque desean no ser discriminadas. El
Lolita se “difunde” entre el público con la esperanza de que algún día haya
menos burlas, menos insultos, menos pervertidos, menos atrevidos, menos gente
agresiva y grosera que se acerque a las Lolitas de manera hostil porque no
entiende lo que ve. La mayoría de las veces, el rechazo se da por ignorancia.
Lo que las Lolitas intentan hacer es que el Lolita sea reconocido como una moda
(así como la mayoría de la gente sabe que el gótico es un estilo, les guste o
no, lo saben) y deje de confundirse con un disfraz o un fetiche.
Las
veces que he visto a una lolita intentar convertir en Lolita a otra persona,
normalmente es porque esa persona lo pidió primero o porque eran amigas y ella
sabía que le interesaría. No es que estén abordando desconocidos para
prometerles el cielo si se ponen un JSK. Casi siempre son las personas por
fuera de la moda quienes se acercan con curiosidad, y por su propia voluntad
piden asesoría para empezar a vestir el estilo. No conozco el primer caso de
una persona que haya tenido que convertirse en Lolita porque su vecina no la
dejaba en paz metiéndole folletos y sobres con wrist cuffs por debajo de la
puerta.
Por eso pienso que es importante y comprensible que
las Lolitas sigan difundiendo información sobre la moda. Puede parecer agresivo
o molesto para algunas, pero muchos transeúntes son bastante agresivos y
molestos también. No es obligación de nadie dar información sobre el Lolita,
pero es casi imposible quedarte callada cuando te difaman o cuando te preguntan
con ojos llenos de curiosidad “¿qué es lo que llevas puesto?”.