Hoy, es mucho más simple hacer compras al extranjero que hace 10 años. Gracias al internet y la facilidad de pagos, junto con el fácil acceso a una cuenta de Paypal y los intermediarios, no existen muchas excusas más que el dinero para comprar esos ítems que antes eran imposibles.
Pero, ¿cómo era antes? Durante los primeros años del 2000, cuando comenzó a aparecer el Lolita en Latinoamérica, vivíamos principalmente del handmade y la información que nos entregaban los foros en internet. Con el pasar del tiempo, la idea de traer cosas desde Japón, comenzó a no ser tan descabellada.
El tesoro era tener algo desde el país del sol naciente y muchas comenzaban con Bodyline (hasta hoy, muchas lo hacen) por sus precios bastante más asequibles que una marca popular (brand). Y quienes tenían mas suerte de conseguir algo de brand, era una falda o calcetas que se atesoraban con la vida.
Hoy Bodyline, de cierta forma, está siendo desechado por algunas lolitas. Principalmente porque sus precios ya no convienen. El envío gratuito es cosa del pasado y más aún, sus buenos precios.
Hace unas semanas, la página volvió a subir considerablemente sus precios, al punto de que vestidos como el Bunny Cinderella, que se encontraban aproximadamente en 20 dólares (sin contar el costoso envío), pasó a estar a 35USD y ahora va por los 50USD.
Por otro lado, comienzan a tomar fuerza las marcas indies, como Souffle Song, Infanta, Diamond Honey, entre otros. Precios convenientes y buena calidad. Incluso actualmente, en relación calidad´precio, conviene comprar más a estas marcas que a Bodyline.
Además de las marcas indies, hay que destacar el fácil acceso que existe hoy en día a las tiendas brand y páginas de venta de ropa lolita de segunda mano, con buenos precios para ese dream dress que alguna vez pareció inalcanzable.
Hoy, hay Lolita para todos, de la forma más cómoda y personalizada. Las posibilidades de compra son infinitas, a diferencia de hace 15 años atras.
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¿Cómo sientes que han evolucionado las compras lolita?