Cuando se inicia en el lolita, uno de los mayores miedos puede ser a las críticas, que en la calle las miradas de los curiosos se conviertan en acoso, preguntas incómodas o incluso que toquen nuestros preciosos vestidos con sus (sucias y civiles) manos. Probablemente también le tienes miedo a que, al salir, tu familia te pregunte qué estás usando, te compare con un personaje de televisión, un payaso o alguna referencia que, aunque suene muy tonta, puede minar tu confianza.
Yo tenía ocho años cuando parte de la pierna izquierda me fue amputada, y durante mucho tiempo le temí a que la gente viera que mi pierna era simplemente un tubo de metal y un mecanismo hidráulico, visibles siempre, a menos que usara un cuerpo de esponja sobre él. Temí que la gente viera como camino, que no puedo correr o bajar y subir escaleras normalmente. Dibujaba personas usando Lolita, le ponía moños a la gente, cosas y animales, compraba cosas con motivos de flores y colores pastel, tomaba el té en tacitas lindas, en resumidas cuentas, era una lolita de clóset.
Mi conflicto siempre fue que si ya me miraban por tener pierna de tubo, no me imaginaba cuánto más lo harían si encima me ponía una falda enorme y salía por ahi viéndome como una lámpara. Pero mi razonamiento fue el siguiente: "No me voy a morir sin hacer esto solo por miedo a que me miren". Si me miran por el tubo o por la ropa rara, ¿a quién le puede importar?, nunca he solicitado las miradas y siempre las he tenido.
Me di cuenta entonces que la única persona deteniéndome era yo, que a lo que le tenía vergüenza no era a la ropa, si no a mi misma. Debía quererme a mi misma, vestir lo que yo quisiera y sentirme segura de quién realmente yo soy, usando el lolita como la máxima expresión de lo que me gusta. Si me van a mirar, que miren bien, porque me veo fabulosa, estas también son mis ropas de batalla.
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¿Cómo superaste el temor a las miradas?