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LOLITAS EN REGIONES V/S LA GRAN CAPITAL



La región Metropolitana de Santiago es una de las 15 regiones en las que se divide el territorio en Chile, y a pesar de ser la más pequeña en tamaño, alberga la mayor cantidad de población a nivel nacional. En índices de densidad, le siguen la región del Bío-Bío y la región de Valparaíso, lugares donde hace ya algunos años se concentran las comunidades lolitas más antiguas del país. Hoy también podemos sumar comunidades al norte, como el Jardín Secreto en la región de Antofagasta, quienes desde el 2010 buscan reunir a los amantes del Lolita en un territorio bastante más extenso y diverso que las otras zonas ya mencionadas. Y aunque estemos a distancias extremas y nos cueste reunirnos seguido, sabemos que nuestro amor por el Lolita nos une en espíritu (y a través las redes sociales, claramente.)

Pero hay que reconocerlo, ser lolita en el gran Santiago es en algunos aspectos diferente a ser lolita en regiones, por mucho que nos vistamos bajo los mismos cánones y usemos las mismas marcas.

  1)   Vestir lolita en verano: El mejor momento del año para realizar juntas y tea parties es el verano. Hay más horas de luz, el tiempo es favorable para todo tipo de actividades, la mayoría está de vacaciones, todo parece perfecto para usar tu mejor vestido y salir junto a tus amigas a disfrutar de un picnic o una reunión en algún salón de té. Claro, en regiones éste panorama suena ideal, especialmente para quienes cuya región tiene los beneficios del biombo climático producido por el mar, favoreciendo las temperaturas durante la época estival, incluso dándoles esa brisa encantadora que vuela el cabello y levanta ligeramente la falda. ¿Qué sucede en Santiago? Sí, bueno, a veces usar blusa con 30 grados de temperatura no es una opción, menos ir por una taza de té al café Colonia y experimentar la desagradable sensación de derretirse mientras maldices a los dioses del Rococó por ponerle tantas capas de tela a la ropa.



  2)   Los comentarios en la calle: Por mucho que digan “Santiago no es Chile”, la capital concentra una gran cantidad de actividades culturales y manifestaciones sociales durante todo el año, manteniendo pendientes a los medios de comunicación de cada nueva moda o subcultura que aparezca. Es así como mucha gente en la capital ya no se sorprende tanto con modas como el Lolita, porque lo van relacionando a los contenidos de los medios, llegando muchas veces a confundirlo con otros estilos o tendencias. Existen instancias como la creada por Kawaii Anarchy, Harajuku Fashion Walk donde diferentes estilos confluyen en una intervención urbana que desata la curiosidad del santiaguino común, llegando en ocasiones a tomarse fotos junto a estos extraños personajes que invaden el centro de la capital. En algunas regiones, no estamos ni cerca de algo así. A veces las reacciones son buenas, los transeúntes amables consultan de qué se trata, otras veces simplemente son insultos, especialmente cuando se asiste a zonas populares o turísticas. En algunas ciudades de Chile, usar ropa que no sea vendida en las grandes tiendas ya constituye una razón suficiente para ser catalogado como raro (que no se entienda como un prejuicio, crecí en 3 regiones diferentes y lo digo desde la experiencia.)



  3)   Llegar a un tea party y no morir en el intento: Puede que muchos conozcan el transantiago por su mala reputación, o el metro de Santiago porque siempre está colapsado, huele mal y falla bastante en su funcionamiento, ¡pero deben darse con una piedra en el pecho lolitas capitalinas! Está bien, no niego que en Santiago a veces hay que caminar más que Kung Fu para llegar a un café o salón de té, pero al menos tienen un micro bus que las deje cerca, o alguna estación del metro como punto de referencia. En Valparaíso, por dar un ejemplo, a veces debes subir el cerro con rocking horses o con tacones para llegar a ese tan hermoso café en que quedaron para reunirse. Sin mencionar que en lugares como Concepción, Antofagasta, y el mismo Valparaíso, no existen micros amplios, ni tipo “oruga”, y cuando por fin logras tomar uno, comienzas a sentir cómo los pasajeros te observan en la osadía de pasar por ese estrecho pasillo con tu falda pomposa, tu bolso y generalmente algún otro accesorio que incomoda tu andar. (Shame!, shame!)

***
¿Qué otra diferencia notas entre vestir Lolita en la capital y en otras zonas?
¿Qué diferencias notas en tu país?


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