La industria de la moda Lolita está creciendo. Las marcas van aumentando la cantidad de lanzamientos por año: Este 2015 que recién pasó, solo Angelic Pretty tuvo 72 releases. Las marcas independientes van ganando popularidad desde todos los países. Es indudable que el público lolita va en aumento y su organización va mejorando con el tiempo. Aun así, muchas le temen o desprecian ese crecimiento.
El Lolita tiene un origen interesante y puede significar muchas cosas, nadie podría negarlo. Pero, aunque parezca extraño, toda esa profundidad no se opone a la gran importancia que tiene el mercado y las marcas en el Lolita. Porque el Lolita es imagen. No hay Lolita sin ropa Lolita.
Muchas personas critican últimamente la importancia que tienen las marcas en la escena. Hablan que antes el Lolita era más handmade o que lo importante es tu propio estilo, no las tendencias, no la moda. Pero ese tan añorado “oldschool” no es más que el Lolita que estuvo de moda en esa época. Querer vestirlo no está mal, todos se visten como quieren, pero criticar al resto por seguir las nuevas tendencias del Lolita es un despropósito.
Pareciera que todos olviden que si no fuese por las marcas no conocerían el Lolita. ¿Ese dream dress que te quita el sueño? Lo hizo una marca, por más antiguo que sea. Incluso Kamikaze Girls no se habría creado si Novala no se hubiera obsesionado con el Rococó y Baby the Stars Shine Bright. En el nivel más básico: Ninguno de nosotros conocería el Lolita si las marcas no hubiesen crecido tanto como para que su trabajo cruzara miles de kilómetros, incluso antes de la explosión de las redes sociales.
Cuando el Gobierno de Japón decidió nombrar embajadoras kawaii para promover el Street fashion del país a nivel mundial, no fue por amor al arte, esto es un negocio. Lo que hay que tener claro es que sin ese negocio, el Lolita probablemente dejaría de existir, porque a diferencia de otros estilos, no hay UNA ideología que nos una a todos, quizás ―y así de ambiguamente― podríamos decir que hay un sentimiento. Si dejaran de haber nuevas tendencias, el Lolita ya nos habría aburrido, las seguidoras se agotarían de a poco o durarían un par de años y, por si fuese poco, hablaría pésimo de los diseñadores que hay detrás de esto.
Está claro que existe el handmade o que puedes querer comprarle a la marca local de tu país. Pero ese handmade se inspiró en la moda que viene de la industria y esa marca indie, claramente quiere ―y está bien que así sea― crecer para poder, en un escenario ideal, quitarse ese apellido de Indie.
No es necesario ser una brandwhore. Ni siquiera que tengas algo de Brand en tu closet, porque claramente es algo que no todos pueden costear. Lo importante es disfrutar los nuevos aires que mantienen la esencia del Lolita, pero lo refrescan. No negar ni temerle a la industria, porque gracias a ella descubriste la felicidad de usar un petti.