Hace poco en una entrada en mi
blog publiqué una nota refiriéndome a aquellas cosas del Lolita que NO me
gustaban. Me di cuenta de que había bastantes pero que esas cosas no me
impedían amar el Lolita y estar orgullosa de él y de mi misma. Y es que ese es
el amor verdadero, el que ama a pesar de los defectos. Pensando desde un punto
de vista más positivo, se me ocurrieron estas cosas de las que estoy orgullosa:
Tengo un valor que pocos tienen para usar lo que me gusta aunque la
gente lo pueda considerar raro. Mucha gente dice cosas como “es muy bonito
pero si lo uso la gente pensará que…” o “me encanta pero está pasado de moda”.
Para una Lolita el qué dirán y que su ropa no coincida completamente con el
lugar o la época en la que vive no es algo importante. Nosotras tenemos el
valor de hacer lo que queremos incluso si significa convertirnos en “viajeras
en el tiempo”. Mucha gente incluso nos lo dice: “¡Eres tan valiente!”
Me veo muy bonita. ¿Por qué no puede ser “empoderamiento” verse
bonita y no tener que disculparse? Lo más común es que las mujeres se paren
frente al espejo a buscarse defectos para luego quejarse con sus amigas. Además,
ser bonita se considera sinónimo de “plástica”, “falsa”, “débil” y “presumida”
y se espera que una mujer bonita debería cuidarse de llamar la atención y
sentirse apenada de su belleza. Casos como el de Marilyn Monroe, Malena (de la
película italiana) y Sylvia Likens son ejemplo de mujeres que fueron humilladas
y maltratadas simplemente porque su hermosura fue vista como una ofensa o una
amenaza. Con el Lolita le pasas tu belleza por la cara al mundo, sin vergüenza,
de la forma más llamativa posible y así reafirmas tu derecho a verte como
quieres.
Somos capaces de unirnos cuando es necesario por el bien común. Poco
he participado de esto, pero en muchas ocasiones he visto a chicas de distintas
nacionalidades unirse por buenas causas bajo el nombre de Lolitas. Colectas
para ayudar a Lolitas enfermas o con problemas económicos, fiestas de
bienvenida o de despedida. Comunidades dedicadas a ayudar a las nuevas,
iniciativas para mostrar apoyo a alguna causa humanitaria, valentines etc. No es que
seamos un grupo de activistas, pero cuando hay problemas sabemos unirnos en
persona y en línea para hacer algo al respecto.
Soy diferente. Tal vez sea un poco pretencioso, pero me parece que
el Lolita es una de las modas más alternativas entre las alternativas. Otras
modas como el punk, el rockabilly y el gótico casi han sido asimiladas en el
sistema convencional de tal manera que la gente ya los considera parte del
paisaje urbano. Cada vez son más los que entran en esas modas y sin mucho
esfuerzo consiguen un look “alternativo” que en realidad es muy popular y
reconocible. Esto no es algo malo, pero a mi me gusta la idea de ser una de
pocas y de tener que luchar un poquito más para construir mis atuendos.
Difícilmente encontraré a alguien parecida a mí a menos que ese alguien sea
Lolita, y eso me encanta.