Como Lolitas debemos enfrentar críticas que van más allá de nuestra extravagante forma de vestir: Ya sea por los gastos a los que nos enfrentamos, al tiempo invertido en el estilo e incluso a nuestra forma de ser, o más bien el cómo las personas pueden vernos y juzgarnos sin conocernos.
Cuando vemos a una persona, siempre se nos viene a nuestra mente una primera impresión. Puede cambiar o no cuando la conocemos más pero si algo podemos notar, y es que algunas personas pueden ver a las Lolitas como personas superficiales.
Aunque podemos vernos muchas veces como el reflejo de la aristocracia o realeza en tiempos modernos, no significa que necesariamente nuestra actitud y forma de se base en cosas tan simples como maquillarnos, peinarnos, preparar coords todo el día y preocuparnos de que no se nos vea el petti.
Detrás de todos esos lazos, metros de ruedo y bows somos personas, con gustos que van más allá del Lolita, con razones diversas para amar el estilo, motivos diferentes por los cuales llegamos a él. Con pasiones y sueños completamente individuales, y con una vida en la que para todas el Lolita puede ser algo que las hace aun más felices y es parte de vivir como desean hacerlo: Disfrutando la libertad de expresión.
No se sientan lastimadas cuando alguien les diga que son algo que a ustedes no les parece o no se sienten identificadas, significa que no las conocen completamente y no se dan cuenta de lo maravillosas que son. Disfruten de los cumplidos de las personas que las aprecian y simplemente sean felices, porque en la vida eso es lo importante, ser feliz.