Una muñeca tranquila y refinada, que toma té y habla
correctamente: Esa es la imagen que proyecta el lolita a primera vista. Que esa
muñeca salude diciendo “Buena, conchadetumadre”, no está en el imaginario de
nadie, tampoco en el de algunas lolitas que ven como algo negativo el uso de
las “malas palabras”.
¿Por qué podría estar mal? Para Bunnies Queen -lolita chilena y la ilustradora de Conejosmagicos- esto es como hablar con el jefe: "Uno no puede hablar a garabatos ni de temas delicados con menores de edad, y por lo mismo hay que tener cuidado con lo que se dice en el lolita, porque el rango de edad es muy variado. Ahora si uno está con un grupo de amigos o conocidos es otra cosa y ahí uno puede hablar como se le de la gana".
Bunnies explica que, en general, no dice garabatos: "Puede que se me salga uno eventualmente, pero no hablo a puro garabato".
-¿Qué opinas de una lolita que dice "malas palabras"?
-No me molesta en general, pero depende del contexto, independiente de lo que esté vistiendo.
Las groserías son un tema divide dentro y fuera del Lolita. Cuando se busca en google "Decir garabatos", la mayoría de los resultados son tutoriales para dejar de decir malas palabras y noticias que apuntan que las groserías ayudan a tu salud: Según Richard Stephens, ayudan a superar el dolor con más rapidez. ¿Hay dolor, lolitas?
Una junta Lolita es tan diversa como la vida misma: Algunas quieren ser princesas y hacen lo imposible por actuar como tales, otras se ponen el vestido y siguen su vida del día a día y pueden decir tantos garabatos por minuto como bows hay en su outfit.
Camila Fías es de esas lolitas que habla con garabatos y no tiene problema en admitirlo: "Es parte de mi personalidad, obviamente cuidando la situación, pero no es algo que deje de hacer por como ande vestida. Opino que cada cual es libre de hacer y ser como quiera".
-¿Por qué crees que en el lolita está bien decir garabatos?
-Creo que lo central del lolita es ser uno mismo. Esto nace de una revolución y seria contraproducente imponernos limites a nuestra forma de ser, al final que cada cual sea como le plazca.
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¿Y tú qué opinas de las groserías en el Lolita?