Las competencias en el Lolita se han vuelto muy comunes, muchas quieren ser e-famous. Dentro y fuera del Lolita siempre he sido el mismo tipo de chica:
reservada, que se toma las fotos justas y necesarias y que disfruta con sus
amigos. Tal vez por esto sea tan incómodo y extraño para mi observar éste fenómeno
en mi querido Lolita.
Es cierto, a las lolitas nos gusta vernos bien y la apariencia es
central en nuestro estilo. Más allá de la pasión y romanticismo que cada una de
nosotras le sume, nuestro look es lo que destaca y a lo que más tiempo
dedicamos. Es normal que a causa de ésta dedicación, y de lo que nos
esforzamos en escoger de manera correcta cada pieza, fotografiemos y mostremos
a otras lolitas nuestros outfits y ropa. En éste ir y venir de fotografías,
muchas lolitas, y también chicos, se han vuelto conocidas en la red y han
servido de inspiración a otros.
Con la llegada de nuevas redes sociales, que superaron en
popularidad a los tradicionales foros y livejournals, esto se hizo aún más común. Cada foto se
volvió más posible de viralizar, y el número de grupos, páginas y espacios
creados para compartir nuestros outfits continúa creciendo.
A la motivación de mostrar cómo lucimos el estilo que tanto
amamos, se sumó el deseo de obtener comentarios aprobatorios, likes y muestras
de admiración. Del “mostrar que tan bien me veo” ha surgido, en muchas
ocasiones, la competencia y la búsqueda de fama, admitida públicamente o no.
Es verdad que cada quien puede usar su red social favorita como le plazca, y que no hay pecado en perseguir una meta y hacer todo lo posible para lograrla, ya sea esta convertirte en modelo de tu marca lolita favorita, destacar como la mejor, promocionar tu marca indie o tienda, o ser respetada. Pero, ¿qué ocurre cuándo muchas personas compiten por lo mismo? ¿La prioridad continúa siendo nuestro estilo o es la fama?
Es verdad que cada quien puede usar su red social favorita como le plazca, y que no hay pecado en perseguir una meta y hacer todo lo posible para lograrla, ya sea esta convertirte en modelo de tu marca lolita favorita, destacar como la mejor, promocionar tu marca indie o tienda, o ser respetada. Pero, ¿qué ocurre cuándo muchas personas compiten por lo mismo? ¿La prioridad continúa siendo nuestro estilo o es la fama?
No hay que olvidar que hay quienes la fama les ha llegado sola, y
que destacan por su personalidad, talento y buen gusto innatos. Tal vez ellos
son el mejor ejemplo de que es mejor relajarse y preocuparse de pulir un estilo
propio, más que de competir con las lolitas a nuestro alrededor.