El origen del Lolita suele ser aun un tema muy debatido y muchas veces cuestionado dentro de la comunidad Lolita en general. Aún así, se ha llegado al consenso de que éste surgió a fines de la década de los ’70 - principios de los ’80, influenciado por el “Cute Style” popular en aquellos tiempos.
Dibujo tradicional japonés. Suzuki Harunobu. |
Más allá de la actitud puramente esteticista, en sus inicios el Lolita surge de manera contestataria ante la realidad de la mujer japonesa de la época. En una sociedad dónde el rol de la mujer es pensado sólo dentro de los parámetros de la maternidad, la crianza y las tareas de cuidado, y donde el concepto “amae” (referido a la sumisión, a un amor primario que define los lazos de dependencia hacia otro, y que en el caso de la mujer marca la transición de la niñez a la adultez por la maternidad y la vida en pareja) subordina y reprime su identidad; el Lolita se presenta como un escape de la adultez, una alternativa que expresa su negativa a asumir el rol que se le impone, a través de un vestir “infantil” que se convierte en sus “ropas de batalla” . Éste escape es la oportunidad de ser jóvenes para las chicas niponas, de no seguir el destino de sus madres, y de escapar a los rígidos márgenes de la sociedad japonesa, tanto de la de los '70 como de la actual.
Lejos de su rebelión contra el “amae”, en un contexto distinto al de la sociedad japonesa de los ’70-’80, el Lolita es re-significado de manera particular por cada una de las chicas que lo viste y en cada uno de los países en los que se ha insertado, ya sea como estilo de vida, moda, sólo una forma de vestir, escape a la realidad, etc. Es probable que muchas chicas no comprendan la carga social detrás de un estilo que se revela contra una sociedad conservadora, pero sigue presente en ellas esas ansias de libertad y de “ser tú misma” que desde sus primeros tiempos define al Lolita.
Es cierto que el contexto es distinto, no nos encontramos a fines de los '70 y somos chicas occidentales; quizás muchas desconozcan las intenciones de las primeras en vestir éste estilo (y tal vez nunca logremos saber a ciencia cierta cuáles eran dichas intenciones) , pero por mucho que nuestra "lucha" con lo cotidiano sea distinta, sigue en nosotras el deseo de diferenciarnos del resto, de vencer la monotonía y de ser libres a través de la forma de expresión que nosotras mismas escogemos, nuestro vestir.
Es cierto que el contexto es distinto, no nos encontramos a fines de los '70 y somos chicas occidentales; quizás muchas desconozcan las intenciones de las primeras en vestir éste estilo (y tal vez nunca logremos saber a ciencia cierta cuáles eran dichas intenciones) , pero por mucho que nuestra "lucha" con lo cotidiano sea distinta, sigue en nosotras el deseo de diferenciarnos del resto, de vencer la monotonía y de ser libres a través de la forma de expresión que nosotras mismas escogemos, nuestro vestir.